martes, 14 de julio de 2009

ACOSO ESCOLAR,

Cuatro de cada 10 estudiantes de colegios fiscales y particulares de La Paz sufren el maltrato verbal o físico de sus compañeros.

Acurrucadaen un sillón, Fabiola Pérez, una estudiante de séptimo de primaria, se anima a hablar sobre una triste experiencia. “Al principio, mi compañera de colegio, Maritza, fue súper conmigo. Pero luego comenzó a criticarme, me decía que no me quedaba bien la ropa que me ponía y que era raro mi peinado. No le di importancia, pero una mañana me dijo que las manchas de mi cara me hacían ver fea. Desde entonces siento algo horrible en el pecho; nunca olvidaré cómo me lo dijo”.

Una conducta violenta expresada en agresiones, sean verbales o físicas, de un estudiante hacia otro, dentro del colegio, se asocia al acoso escolar, denominado también bullying.

 “Este tipo de hechos provoca inestabilidad emocional en la víctima, quien a futuro, presenta los efectos de esos trances”, explica la directora ejecutiva de la organización no gubernamental Asociación Voces Vitales, Karen Flores Palacios.

¿QUÉ ES EL BULLYING O ACOSO ESCOLAR?

El bullying es toda forma de actitud agresiva, intencionada y repetida, que ocurre sin motivación evidente, adoptada por uno o más estudiantes contra otro u otros pares. El que ejerce la violencia lo hace para imponer su poder sobre otro, a través de amenazas, insultos, agresiones, vejaciones, y así tenerlo bajo su dominio a lo largo de meses e incluso años.

La víctima sufre profundamente en la mayoría de los casos. El maltrato intimidatorio le hará sentir dolor, angustia, miedo, a tal punto que, en algunos casos, puede llevarle a consecuencias devastadoras, como el aislamiento y hasta el suicidio. Así lo explica el texto de Guía Infantil.

LA CONDUCTA DEL AGRESOR

La especialista Giovanna Machicao sostiene que todo comportamiento es un reflejo de las vivencias en el hogar. “Un niño agresivo repite lo que ve en casa; si los papás discuten o pelean frente a él, el pequeño asimila la acción y la reproduce en sus entornos, en particular, en el lugar de estudio y con sus pares”, explica. El agresor presenta ausencia de empatía, esa carencia explica su incapacidad para ponerse en el lugar del acosado. Sus frustraciones e inseguridades lo hacen abusivo, al punto de ser insensible frente al sufrimiento de otro.

MIEDOS Y ACCIONES DE LA VÍCTIMA

Con una voz suave, Pamela (11) cuenta sobre la relación con sus compañeras. Poco a poco, sus mejillas se encienden y curva su robusta humanidad, disimulada con prendas anchas. “Siempre me dicen gorda. No sé qué hacer para que no se burlen de mí. Lo peor es que una de las chicas de mi curso me dice ‘obe’, por obesa, y nunca me invitan a las fiestas”.

El individuo maltratado queda expuesto emocional y físicamente ante personas que pretendan abusarlo. “El abuso lo atemoriza y acrecenta su inseguridad, esto a su vez hace que se aísle, algo que en la adolescencia, cuando los jóvenes buscan grupos de identificación, es traumático y doloso”.

Existen dos tipos de víctimas: Una, las activas que se caracterizan por ser tímidas y por buscar la soledad; tienen escasa asertividad y dificultad de comunicación. Y dos, las pasivas que tienen problemas de concentración o hiperactividad, además de cierta disponibilidad a reaccionar con conductas irritantes.

Algunos niños(as) prefieren callar, porque no creen que lo que les está pasando sea un maltrato, señala el libro Guía contra el acoso escolar para madres y padres.

DESGARRADORES EFECTOS

La sicoterapeuta Giovanna Machicao Benavides expone que “las agresiones, sean verbales o físicas, tienen origen en el plano emocional, en el caso del agresor, y tienen fuerte impacto, también emocional, en el del agredido”.

La directora ejecutiva de Voces Vitales señala que las víctimas de acoso escolar son tan lastimadas emocionalmente, y en ocasiones físicamente, que difícilmente llegan a desarrollar independencia y seguridad en sí mismas; “les cuesta avanzar y sentirse cómodos y, tienen baja autoestima”, conductas que arrastran a la etapa universitaria y al campo laboral. Y, en ciertos casos, a la vida privada.

Sin embargo, los daños de este tipo de maltrato pueden ser letales, pues en la niñez y adolescencia, una persona es vulnerable, porque en ese periodo se forma su sistema de creencias y valores, su personalidad y su estructura mental y emocional. Tal puede ser el daño que causan los insultos y las burlas— por ejemplo— que pueden llevar a un joven, al suicidio.

El año 2006, la población de Talca, Chile sintió el terrible caso de Mayaleaska Chacón. “Me siento cansada de vivir, de sentirme ridiculizada y maltratada por algunos compañeros en el colegio”, decía la nota que dejó esta joven de 16 años antes de envolver su cuello con una sábana y jalar hasta quedar sin aliento. Así lo describe el libro Guía contra el acoso escolar para madres y padres, de la Asociación Voces Vitales.

COLEGIOS DE LA PAZ Y EL ALTO

Voces Vitales es una Organización No Gubernamental que trabaja en el acoso escolar en el país. “Iniciamos las actividades hace tres años, porque observamos que en los colegios paceños está presente este problema; nuestro objetivo es prevenir y sensibilizar a los padres para que ayuden a sus hijos”, explica Karen Flores.

Hace un año y medio que ese equipo hizo un estudio sobre acoso escolar en los colegios de La Paz y El Alto. Los resultados indicaron que de cada 10 estudiantes de colegios fiscales y privados, cuatro son víctimas de el acoso escolar.

En primer lugar se encuentra la violencia verbal (insultos y apodos ofensivos), la exclusión social (la marginación por el color de la piel, lo económico, credo). Luego, la violencia física (empujones, golpes, robo) y, finalmente, la intimidación social (coacciones y amenazas).

“Las cifras son realmente altas y tristes, creemos que es una situación que no puede quedar al margen del conocimiento de los padres. Muchas veces los tutores asimilan como algo normal y como una etapa de la infancia y juventud, pero no es así ”, sostiene Flores.

Una manera de ayudar a un niño que sufre por el bullying es conversando y generando vínculos de confianza y comunicación, para que así cuente lo que le ocurre. Entonces sean los padres y profesores, los que pongan los límites y tomen cartas sobre el asunto.

Otros tips

• INCULCAR. Para que tu hijo no sea un agresor, enséñale a respetar los límites sin caer en el autoritarismo, edúcalo con valores de igualdad y también de respeto.

• Víctima. Cuando sufre de acoso escolar, el niño tiene somatizaciones: tiene dolor de estómago, inventa o se enferma para no ir al colegio o busca que sus padres lo recojan y no quiere compartir con sus compañeros.

Texto: Malena Zurita. Fotos: Dreamstime. Expertos consultados: Karen Flores Palacios, directora ejecutiva de Voces Vitales.
Giovanna Machicao Benavides, sicóloga. Con datos de: Guía contra el acoso escolar para madres y padres.

FUENTE: http://www.la-razon.com/versiones/20090716_006790/nota_275_845263.htm

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